ARGOLLAS DE PLATA
Argollas de plata |
Índice
Los aros de plata son más que una simple joya, son una forma de expresión, una forma de marcar nuestro estilo, nuestro look, nuestra forma de ser. Añade brillo a tu rostro con nuestra selección de argollas libanesa, lisas, cilíndricas, de ocho, mandala y muchos más.
Pendientes de argollas de gran diversidad de medidas y formas fabricados en plata. Dispones de más modelos de pendientes en pendientes de plata.
Pendientes de Aros |
Las argollas de plata son el tipo de joyas que no puede faltar en ningún joyero.
Desde épocas pasadas es muy común el uso de este accesorio que permite realzar virtudes como la belleza y elegancia. Estas joyas por lo general están fabricadas a base de materiales nobles, muchas veces con incrustraciones de piedras preciosas , semipreciosas o incluso circonitas.
Las argollas se reconocen por su aspecto físico, son ovaladas o redondas en su gran mayoría (aunque pueden encontrarse también cuadradas, triangulares o en forma de corazón por ejemplo) y de con gran variedad de tamaños.
Son joyas muy versátiles y pueden usarse en cualquier ocasión, pues una argolla bien combinada con tu outfit puede ser un gran acierto tanto en el día a día, como en cualquier evento o situación ya sea más formal o casual. Todo dependerá del modelo, tamaño o estilo de argolla o aros que uses en cada momento.
De las mejores características de una argolla básica es que va con casi cualquier look y peinado. Son joyas muy fáciles de llevar y de conjuntar. Es un acierto en casi cualquier ocasión siempre que elijamos el tamaño y modelo adecuado a cada momento y estilo.
Estas joyas suelen ser muy ligeras. Lo más habitual es que sean aros huecos para facilitar su uso sin que nos moleste su peso aunque se trate de argollas de gran tamaño. Esto permite usarlos durante un prologando periodo de tiempo sin dejar de resultar cómodas.
Cómo saber si me favorecen las argollas |
Cada día en nuestra tienda escuchamos a personas que dicen: «me encantan las argollas pero a mi no me quedan bien» . Pues bien, creo que es un error en el que caemos muchas personas (yo también caí en eso).
En la actualidad, hay tantas formas y tamaños de aretes, que se trata de dar con el estilo que más te favorece según la forma de tu cara. Estamos seguros de que, con la gran variedad de modelos y tipos de aros que existen en el mercado, podrás encontrar el estilo que va mejor contigo.
Nuestro consejo: ¡pruébatelas todas! seguro que das con la que te va genial y, además, cuanto más te las pruebes, más te acostumbras a verte con ellas. Otro motivo por el que no nos vemos bien con determinado tipo de pendientes es la falta de costumbre.
¿Has escuchado alguna vez eso de «yo es que soy más de pendientes pegaditos y que no cuelguen…»? Pues bien, se trata de falta de costumbre. A cualquier persona le pueden quedar muy favorecedores unos pendientes largos o cortos, solo hay que dar con el estilo y forma adecuada para cada cual.
Existen determinados consejos o pautas básicas que tal vez nos puedan ayudar a dar con el más favorecedor para nosotros, aunque siempre se trata de orientaciones que no hay que seguir de forma exagerada sin discutirlas pues, ante todo está nuestro gusto personal, nuestro propio criterio y lo que nos haga sentir bien. De cualquier modo, si las pautas generales te pueden servir, aquí te damos varias pinceladas a modo de guía general según cada tipo de rostro (guía que, como decimos, nos podemos saltar a placer si se nos antoja):
- Rostros redondeados o cuadrados:
Son rostros que, si queremos estilizarlos un poquito más visualmente, nos puede ayudar el uso de pendientes o argollas alargadas. En este caso, tal vez es más recomendable no usar los aros redondos completamente y optar por modelos ovalados y finos, no muy gruesos o recargados en adornos, pues líneas sencillas y estilizadas nos pueden ayudar a alargar visualmente nuestro rostro rompiendo un poco con las líneas redondas de nuestra cara. En este caso, puede que tampoco sería la opción más habitual el uso de argollas de media caña o similar, pues esos son modelos más gruesos que pueden resultar más «pesados» en imagen y si buscamos dar ligereza a nuestro look facial, busca formas que estilicen. Sí pueden funcionar bien las argollas caladas y también los modelos angulosos como pueden ser las argollas triangulares que terminan en pico por ejemplo o, si son redondos, opta por los extra grandes si te sientes segura con ellos. En caso de los rostros más cuadrados, recomendamos buscar líneas suaves y no angulosas. Pruébalos, puede que te sorprendan!! Una forma de adentrarte en el mundo de las argollas puede ser comenzar por unas especialmente pequeñitas e ir acostumbrándote a ellas poco a poco hasta que empiezas a atreverte con unas cada vez más grandes. 😉
- Rostros ovalados:
Son los más afortunados tal vez en este sentido, pues se puede decir de ellos que normalmente están favorecidos con cualquier tipo de pendiente, argolla o modelo ya sea largo, corto o de longitud media. A estos se les llama rostros armoniosos y son a los que le sientan bien casi cualquier estilo. Si es tu caso, aprovecha y experimenta con todo tipo de aro o arete!!
- Rostros alargados:
En el caso de los rostros alargados, si son especialmente delgados y muy alargados, pues tal vez nos interese romper un poco con eso jugando con el contraste para dar sensación contraria y «acortar» así un poco esa línea usando pendientes más cortos y de líneas redondas, cuadradas, anchas. Todo eso puede dar sensación de redondez que tal vez buscamos para armonizar líneas. No quiere decir que queden mal en estos rostros los pendientes largos, solo que si deseas contrastar, puedes usar los más anchos y redondeados. Siempre sin caer en el uso de pendientes demasiado pequeños y cortos, pues en una cara especialmente alargada, puede quedar desproporcionado un arete demasiado pequeño o corto. Busca siempre la armonía y lo que más te guste. Lo principal es que tu misma o tu mismo te veas bien.
- Según la longitud de nuestro cuello:
La forma de nuestro cuello también es muy importante a la hora de verte bien con tus pendientes!!
Ten en cuenta que si tenemos un cuello muy cortito, no debemos superar en longitud de pendientes más allá de la mitad de nuestro cuello. En estos casos, creo que menos es más. Es cuestión en encontrar el equilibrio y sentirnos bien con lo que llevamos mirando el conjunto de nuestra cara y cuello para verlo todo en armonía con nuestras argollas.
En caso de cuellos estilizados, la elección de pendientes se simplifica un poco. Sucede como con los rostros ovalados, que suelen tener más facilidad para encontrar modelos y longitudes favorecedoras.
¿DÓNDE PUEDO COMPRAR MIS ARGOLLAS DE PLATA? |
Indudablemente es un artículo que puede encontrar en casi cualquier lugar de complementos. No obstante, para evitar sorpresas indeseadas, no adquiera sus joyas en lugares sin garantías y no confunda los metales nobles con bisutería que, aunque pueda ser de gran calidad, puede ocasionar alergias si es su caso. Nosotros recomendamos que siempre realice sus compras en lugares de confianza que le den garantías de calidad e higiene que el artículo merece.
Es fundamental, y más en casos de posibles alergias, que se asegure que el artículo es del material que usted está solicitando y que si lo venden diciendo que es plata, que usted pueda comprobar que, efectivamente, tiene su contraste (sello de plata 925) ya sea en el producto en sí o en la chapita adjunta al producto si se trata de un producto delicado que no pudo sellarse directamente como es el caso de algunas joyas.
Este tipo de artículos de plata no suelen ser muy caros, son normalmente económicos, pero no por ellos han de carecer de la calidad y garantías de que, efectivamente, están realizadas en plata de ley 925.
En laminadeplata.com sólo trabajamos con artículos de plata de ley 925 y también joyas de plata de ley chapadas en oro.
Los Aros o pendientes de argolla en la actualidad |
Posiblemente estemos ante la joya de plata más utilizada. La argolla de plata es un complemento dentro de los pendientes que jamás ha pasado de moda.
Normalmente las argollas de plata se suelen utilizar para la oreja, pero con el paso del tiempo y según las modas, el momento y tendencias, hemos visto como se han utilizado en distintas partes del cuerpo también, como la lengua, la nariz y las cejas, pasando a ser, en muchos de esos casos, lo que ahora llamamos pearsing.
Es una joya que es utilizada tanto por hombres como por mujeres, se trata de un complemento que no tiene sexo,
Sin duda, estamos hablando de un pendiente simple, común, pero a la vez único y muy fácil de combinar, sencillo de usar y que va bien con cualquier tipo de estilo u ocasión.
¿Cómo limpiar y cuidar mis aros de plata? |
Lo que siempre aconsejamos a nuestros clientes y en lo que hacemos mas hincapié es que lo mejor para una joya de plata es la prevención y el cuidado adecuado. No olvidemos que nuestros pendientes y demás artículos de nuestro joyero son joyas y hay que tratarlas como tales, con la delicadeza que merecen. Es decir, es mucho mejor prevenir en la medida de lo posible antes que tener que estar limpiando una joya que ya está muy ennegrecida. Nos explicamos:
Como todos sabemos, lo normal de la plata es que se oscurezca y se ensucie con el uso o simplemente con el tiempo aún estando guardada. La plata, al contacto con el aire y con la luz, puede sufrir un proceso de sulfuración en el que se vuelve más amarillenta o ennegrecida según el caso. Es importante, siempre que nos sea posible, que las guardemos en una bolsa hermética cuando no se usen.
Hay que tener en cuenta, por otro lado que, al igual que ensuciamos una prenda de ropa al usarla y ésta hay que lavarla, a nuestras joyas, con el contacto directo con nuestra piel también le ocurre lo mismo, pues están en contacto con nuestro sudor, nuestra grasa corporal, los cosméticos que usamos, la polución, el polvo… todo ello hace altamente recomendable que, para que no acumulen todo ese tipo de residuos, lo ideal es guardarlas limpias y secas en nuestro joyero. Sorprendentemente, eso es algo que nadie nos suele decir y mucha gente no se para a pensar en la necesidad de hacerlo.
Una limpieza básica sencilla pero muy eficaz es hacerlo con agua y jabón neutro (asegúrate de que, si lleva alguna piedra, el producto que uses no afecta al brillo de dicha piedra o similar) si solo está compuesta de plata tu joya, el agua y el jabón neutro no le hará ningún daño y te ayudará a mantenerla limpia. Mejor jabón líquido y bien diluido en el agua, cuida que no se queden residuos entre los adornos de plata de la joya o los posibles recovecos.
Si tu joya ya se ha oscurecido o se ha puesto amarillenta, no te preocupes, es algo perfectamente normal y tiene muy fácil solución. Periódicamente hay que hacer una limpieza sencilla con una bayeta o un líquido limpia plata.
Si el caso ya es algo más complicado porque se ha dejado demasiado tiempo o le ha afectado algún producto abrasivo o situaciones concretas que pudieran afectarle, que no cunda el pánico, también tiene solución aunque, en ese caso, tal vez necesites ayuda profesional para que recupere su brillo. De cualquier forma, es algo sencillo.
Estamos seguros de que, siguiendo estos consejos, tus joyas brillarán más que nunca y las podrás lucir en su mejor versión durante mucho más tiempo.
¿Cuándo aparecieron los aros? Su uso desde la antigüedad. |
A lo largo de la historia, la humanidad ha usado las argollas o aros para adornarse siendo utilizada como complemento personal en momentos especiales. Esta joya está presente desde muy atrás tal y como nos lo muestran dibujos encontrados sobre lápidas y estatuas del siglo III a. C. La perforación del lóbulo probablemente se remonta a este momento, al menos que se tenga constancia de ello.
En la historia antigua, había dos tipos principales de aretes: aros simples y aretes colgantes.
De cualquier forma, aunque no tenemos información certera de cual es el momento en el que aparecieron como complemento o cuándo se empezaron a considerar una joya personal, es claro que se trata de un accesorio usado desde muy atrás en la historia y fuera quien fuera a quien se le ocurriera la idea por primera vez, está claro que acertó de pleno y seguimos teniéndolos como pieza principal en nuestros joyeros siendo las argollas, aros o aretes sencillos un básico del que aún en nuestros días es difícil de prescindir.
Nuestros favoritos y que no pueden faltar: las argollas de plata y, según el momento, los aros de plata chapados en oro.
Parece ser que estas joyas fueron muy usadas por distintas civilizaciones antiguas, tales como los fenicios, asirios, egipcios, etruscos, iberos y celtas.
Los piratas también adoraban utilizar argollas, tenían este tipo de accesorio como símbolo de valentía y éxito. Los piratas tendían a utilizar pendientes de aro una vez habías atravesado, al menos , uno de los cabos más peligrosos del mundo, como por ejemplo el cabo de Hornos o Cabo de Buena Esperanza. Los tripulantes de las embarcaciones a vela que lograban cruzar el cabo tenían como tradición colocarse una argolla en la oreja izquierda para mostrar su gallardía. Hoy en día los actuales marineros tienen cierto aprecio por este tipo de pendiente, ya que tiene un significado especial desde sus antepasados.
Los pendientes de aro son frecuentemente utilizados como piercing, y no es una moda que venga siendo usada en las últimas décadas. Este tipo de adorno era usado por los antiguos guerreros romanos o centuriones, quienes tenían la costumbre de perforarse los pezones y colocar pequeñas argollas como símbolo de virilidad y hombría.
Los aros en los pezones eran una forma de identificar a un centurión. Se dice que Julio Cesar, en la antigua Roma, también llegó a utilizar estas perforaciones.
Los aztecas fueron otra de las civilizaciones antiguas que utilizaron las argollas para darle cierta simbología. Se dice que solían colocar aros en las orejas de los niños, como símbolo de madurez suponiendo el principio del paso a su edad adulta. Cabe descacar que las orejas no eran la única parte donde colaban los aros, también tenían la tradición de colocarlos en los labios de los hombres que obtenían posiciones militares, y cada vez que lograban capturar a un prisionero de guerra podían mejorar el ornamento de sus labios.
Las argollas vienen usándose desde hace más de 2500 A.C, incluso historiadores han descubierto argollas en las tumbas Sumerias (Mesopotamia). Las argollas también eran una joya muy usada por los piratas del siglo XV y XVI, y en las cortes europeas de Inglaterra y España.
Antiguamente existía la creencia por parte de nuestros antepasados que las orejas eran puertas abiertas a los espíritus, por lo que lo que usaban argollas para protegerse de los mismos.
Hoy en día muchos siguen teniendo la creencia de que los pendientes de aros son utilizados desde las últimas décadas, y no es así. Lo que si es cierto es que desde los 80’s y 90’s se han hecho más populares siendo una moda que va y viene con más o menos fuerza pero que nunca se marcha del todo.
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