Piedras Preciosas vs Piedras Semipreciosas
¿Qué características debe tener una piedra para que se la considere preciosa y no semipreciosa?
Si te consideras un apasionado por los minerales, o te encuentras vinculado al mundo de la joyería, quizás te hayas preguntado alguna vez en qué se diferencia una piedra preciosa de una semipreciosa. A esta pregunta le vamos a dar respuesta a continuación.
Actualmente son 4 las gemas consideradas piedras preciosas, estas piedras son: Diamante, Rubí, Zafiro y Esmeralda
Existen una serie de características que las hacen especiales y por las que se las ha denominado Piedras Preciosas, que son:
Dureza:
Resistencia que tiene una piedra a ser rayada por otra.
Esta cualidad es propia de cada piedra, que poseen dureza distinta en función de su estructura. La piedra con mayor dureza es el Diamante, que dentro de una escala del 1 al 10, se le ha otorgado el número mayor, el 10. En el otro extremo de esta escala está el Talco. Esto quiere decir que el diamante tiene dureza 10 ya que no es rayada por ninguna otra gema, salvo otro diamante, y ésta raya a todas las demás. En el caso del Talco, como tiene dureza 1, no es capaz de rayar a ninguna otra salvo a sí misma.
La siguiente piedra en la escala, con dureza 9, es el Rubí y Zafiro (variedades de Corindón) Éstas rayan a todas las demás gemas existentes menos al diamante.. y así sucesivamente. Esta escala de la dureza se la denomina Escala de Mohs, la cual va de 1 al 10 (10. Diamante, 9.Corindón, 8. Topacio, 7. Cuarzo, 6. Feldespato, 5. Apatito, 4. Fluorita, 3. Calcita, 2. Yeso, 1. Talco. )
Las gemas consideradas piedras preciosas, están en todo lo alto de esta escala, encontrándose entre el 10 del diamante y el 7,5 a 8 de la esmeralda.
Perfección:
Características que hacen que una piedra sobresalga de todas las demás
Estas característica hace referencia al color de la piedra, su transparencia, la armonía en su estructura interna, su brillo exterior e interior, una vez es tallado, la ausencia de imperfecciones interiores u otras características excepcionales como puede ser el Asterismo (brillo en forma de estrella propia de los rubíes y zafiros) Todo ello hacen que una piedra tenga aun más valor.
Escasez:
La dificultad por encontrar una gema aumenta su rareza.
El grado de dificultad de encontrar un mineral dentro de la naturaleza sube drásticamente su valor, lo que hace que una piedra valga más que otra, basándonos en el principio de escasez del mercado la cual hace que un producto suba su valor cuando no abunda, se puede aplicar en estos casos. Otra cosa importante es que el proceso de extracción resulta complejo, lo que hace que la piedra sea aun mas valiosa. Un ejemplo palpable de ello sucedió con el cuarzo amatista, antes era considerada una piedra preciosa, sin embargo al descubrirse los enormes yacimientos de Brasil y Uruguay, el valor de esta piedra bajó pasando a ser considerada semipreciosa.
Conclusiones
Es muy importante recalcar que el hecho de que una piedra sea considerada preciosa o semipreciosa, puede variar mucho de acuerdo al momento o época que se esté viviendo. Quizás, si el diamante fuera mucho más abundante y de fácil extracción, esta piedra nunca se hubiera considerado una piedra preciosa.
En conclusión, la diferencia entre una piedra preciosa o otra semipreciosa corresponde a un conjunto de características excepcionales que la hacen superior a las demás.
Una piedra preciosa se la denomina así porque posee las durezas más altas, es la más escasa, posee la mayor transparencia, las menores imperfecciones, el mejor brillo. Y es por ello que existen 4 piedras que destacan sobre todas las demás, el Diamante, la esmeralda, el rubí y el zafiro.
Importante: No siempre se han designados como “piedras preciosas” las mismas gemas a lo largo de la historia. Una piedra hoy considerada preciosa puede ser considerada semipreciosa mañana, no es algo que sea constante en el tiempo, no deja de ser una decisión subjetiva que depende de sus usos, la demanda del mercada o su abundancia.
Datos interesantes.
Las piedras preciosas se clasificaron por primera vez en las categorías de “piedras preciosas” y “piedras semipreciosas” a mediados del siglo XIX. Estos términos se vuelven rápidamente populares y ahora se usan en todo el mundo.
Las piedras preciosas han formado parte de nuestra vida incluso desde tiempos remotos, sus colores, la rareza, durabilidad y belleza mística de las piedras preciosas eran características que no se podían explicar nuestros antepasados. La explicación más genuina era que las piedras preciosas tenían que ser divinas.
Las piedras siempre estuvieron conectadas con lo espiritual. Este legado se puede encontrar en todas las religiones principales, desde el budismo al judaísmo y el cristianismo al Islam. Para nuestros antepasados, las piedras preciosas no eran solo “simples piedras”, ya que estas significaban mucho más. Eran amuletos y talismanes que se creía que influían en el curso de la vida.